DIDACTICA EN SITUACIONES INTERCULTURALES

2 de diciembre de 2010

APRENDIZAJE COOPERATIVO Y PROCESO DE ENSEÑANZA.

El aprendizaje cooperativo es una estrategia de gestión del aula que privilegia la organización del alumnado en grupos heterogéneos para la realización de las tareas y actividades de aprendizaje en el aula. El concepto de interacción educativa evoca situaciones en las que los protagonistas actúan simultáneamente y recíprocamente en un contexto determinado, en torno a una tarea o a un contenido de aprendizaje, con el fin de lograr unos objetivos más o menos definidos.
Las interacciones docente-alumno y alumno-alumno son los elementos básicos que permiten entender los procesos de construcción de un conocimiento que es compartido, el rol central del docente es el de actuar como mediador o intermediario entre los contenidos del aprendizaje y la actividad constructiva que despliegan los alumnos para asimilarlos.
En la lectura nos menciona la corriente sociocultural vygotskiana donde señala que los aprendizajes ocurren primero en un plano interpsicològico (mediado por la influencia de otros), y después a nivel intrapsicològico, una vez que los aprendizajes han sido interiorizados, debido al andamiaje que ejercen en el aprendiz aquellos individuos expertos que lo han apoyado a asumir gradualmente el control de sus actuaciones.
La institución educativa enfatiza un aprendizaje individualista y competitivo, que se ve plasmado no solo en el currículo, el trabajo en clase y la evaluación, si no en el pensamiento y la acción del docente y sus alumnos.
Una situación escolar individualista es aquella donde no hay ninguna relación entre los objetivos que persigue cada uno de los alumnos, pues sus metas son independientes entre si. El alumno percibe que la consecución de sus objetivos depende de su propia capacidad y esfuerzo, así como de la suerte y de la dificultad de la tarea.
En una situación escolar competitiva los objetivos que persigue cada alumno no son independientes de lo que consigan sus compañeros. En la medida en que los alumnos son comparados entre si y ordenados (del mejor al peor), el número de recompensas (calificaciones, privilegios, halagos) que obtenga un estudiante depende del número de recompensas distribuidas entre el resto de sus compañeros.
En el caso de los alumnos discapacitados, una situación competitiva suele poner a estos alumnos en clara desventaja, puesto que reciben constantemente mensajes y evidencias que les indican que sus habilidades son pobres y siempre los superan los demás. Esto refuerza otro concepto ya expuesto: los alumnos desarrollarán una percepción pesimista y rígida de sus capacidades e inteligencia, llegando a convencerse de no poder mejorar debido a que tales factores escapan de su control.
Un problema que enfrentan los docentes es el desconocimiento de la manera de trabajar  con verdaderos equipos cooperativos, puesto que no toda actividad que se realiza en grupo implica cooperación, la cooperación consiste en trabajar juntos para alcanzar objetivos comunes. En una situación cooperativa, los individuos procuran obtener resultados que son beneficiosos para ellos mismos y para todos los demás miembros del grupo. El aprendizaje cooperativo es el empleo didáctico de grupos reducidos en los que los alumnos trabajan juntos para maximizar su propio aprendizaje y el de los demás.
Nos mencionan tres tipos de grupos de aprendizaje cooperativo:
Los grupos formales de aprendizaje cooperativo, que funcionan durante un periodo que va de una hora o sesión a varias semanas de clase.
Los grupos informales de aprendizaje cooperativo, que tienen como limite el tiempo de duración de una clase.
Los grupos de base cooperativos o a largo plazo (al menos un año o ciclo escolar), que usualmente son grupos heterogéneos, con miembros permanentes que entablan relaciones responsables y duraderas.
Como contraparte a los grupos antes descritos donde ocurre la cooperación también se identifican dos tipos de grupos no cooperativos:
Los grupos de pseudoaprendizaje, donde los estudiantes acatan la directiva de trabajar juntos, pero sin ningún interés, en apariencia trabajan juntos, pero en realidad compiten entre si.
Los grupos o equipos de aprendizaje tradicional, en los cuales se pide a los alumnos que trabajen juntos y ellos están dispuestos a hacerlo, e intercambian o se reparte la información, pero la disposición real por compartir y ayudar al otro a aprender es mínima.
El aprendizaje cooperativo favorece la integración de todo tipo de alumnado. Cada cual aporta al grupo sus habilidades y conocimientos; quien es más analítico, es más activo en la planificación del trabajo del grupo; quien es más sintético, facilita la coordinación; quien es más manipulativo, participa en las producciones materiales. Pero lo más importante  no es que ayuda a mejorar el aprendizaje en el grupo, sino la conciencia de necesitar ayuda, la necesidad consciente de comunicarlo y el esfuerzo en verbalizar y tener que integrar la ayuda de quien lo ofrece en el propio trabajo. La retroalimentación es un elemento clave para explicar los efectos positivos del aprendizaje cooperativo.
El trabajo de grupo aumenta el rendimiento en el proceso de aprendizaje: los objetivos de trabajo auto impuestos por el propio alumnado potencian más el esfuerzo para conseguir buenos resultados que los objetivos impuestos desde el exterior.
El trabajo cooperativo amplía el campo de experiencia del alumnado y aumenta sus habilidades comunicativas al entrenarlos en saber reconocer los puntos de vista de los demás, al potenciar las habilidades de trabajo en grupo, ya sea para defender los propios argumentos o para cambiar de opinión, si es necesario.

BIBLIOGRAFIA:
BARRIGA Arceo, Frida Díaz y Gerardo Hernández Rojas. (2010). Estrategias docentes para un aprendizaje significativo. Edit. Mc Graw Hill.

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